Tuesday, October 27, 2020

Axioma contra delatores

Jesús Rosado 



La madrugada se quiebra en este enero del 59. El sueño intermitente que acompaña a la madre temprana se interrumpe ante el estruendo inesperado.

- Rafael, Rafael...

- Jum...

- Rafael..

- Qué pasa?

- Algo pasa allá al lado, escucha...

Rafael abre los ojos y escucha. Le llegan los ruidos de intentos de puerta forzada.

Se incorpora. Escucha más atentamente. Sí, evidentemente hay algo que está pasando an alguna zona de la propiedad de al lado que está vacía.

Se acerca al archivo de la oficina, toma la llave del buró, la introduce, abre y saca el revólver. Comprueba que está cargado y desliza el Colt en el bolsillo lateral derecho del camisón del piyama. Se dirige a la puerta principal, la abre y revisa el portal de la vivienda contigua. Todo está normal.

Retorna al interior de la casa y se dirige al patio. Acacia lo sigue con un bate y un cuchiillo en la mano.

Rafael franquea la rejilla de madera que divide el patio de concreto con la yarda de tierra.

Los ruidos provienen del fondo de la casa vacía. No hay comunicación directa entre patios.. Rafael se desplaza silenciosamente  hasta el fondo de los patios donde hay pasillos de intercomunicación del servicio de basura. Tras él, sin percatarse, lo sigue Acacia, cuchillo y bate en mano. 

Rafael irrumpe en el patio contiguo.

- ¿Qué coño haces aquí?

El intruso, sorprendido, lo mira. Lo divisa revólver en mano.

- Tienes una pistola, tírala al suelo [le exige Rafael] porque te te tiro sin miseriicordia.

- No, no, Felongo, tranquilo. 

Y el intruso hace caer la pistola en el suelo.

- ¿Felongo?, Pregunta Rafael, mientras recoge la pistola.

- Sí es que somos parientes de P, tu prima.

- ¿Ella los mandó aquí?

- Sí, venimos huyendo de Camagüey. Hay mucho fusilamiento. Yo soy casquito. Ella nos dijo de esta casa y lo que podía pasar contigo.

- Eso de casquito es invento de los comunistas. ¿Qué grado tenías en el ejército?

- Soldado raso

- ¿Mataste a alguien?

- No

- ¿Torturaste?

- No, Felongo, no. Te lo juro.

-Jum

- Si hiciste algo, hago de tu campamento un polvorín

- No hice nada, pero es que Hubert Matos se ha extremado. Fusila sin consideración. Por favor, clemencia. Permíteme, al menos, pasar la noche aquí. Tengo a mi mujer embarazada.

Rafael se vira hacia Acacia:

- Traéle un galón de agua a esta gente y algo de comida.

Y dirigiéndose a los intrusos:

- Se pueden quedar ahí, si quieren. Pero a la más mínima palabra contra nosotros no habrá contemplaciones. Nosotros no hemos visto nada. No sabemos que existen. Ok?

- Sí, sí tranquilos.

Epílogo:

La  familia sorprendida por Rafael en 1959 viviría durante 35 años más en el lugar hasta que decidió emigrar. Su descendencia actualmente reside en Tampa.



Tuesday, June 16, 2020

¿Dónde vive el enemigo?

Jesús Rosado

La trama es vapuleante. Comienza con una pandemia desatada en Wu Hang, provocada por una aparente combinación de factores casuísticos en una ciudad que tiene como sede uno de los laboratorios más sofisticados en exploraciones de virus. Le sigue la propia progresión de la pandemia a nivel internacional.

Impacta a Europa. Siembra pánico y muertes. Se abalanza sobre Estados Unidos con cifras incontenibles y se expande por América del Sur.


En Estados Unidos, en la ciudad de Minneapolis, a un policía se le ocurre ejecutar un acto de extrema crueldad contra un ciudadano de raza negra que había cometido un delito y lo mata. La extrema crueldad, que se podía haber cometido contra un blanco, un chino, o un indio nativo, es obviada y lo que se hace prevalecer por los medios de difusión es un crimen de carácter racista contra los negros. Los medios hacen estallar una ola de violencia que más que liderada por organizaciones afroamericanas son capitaneadas por elementos de extrema izquierda organizados por un poder, aún no identificado, de algo que creíamos fallecido: un movimiento comunista internacional.

Un movimiento que pensábamos había desaparecido con el derrumbe del muro de Berlín y la extinción de la Unión Soviética. Resurge con nuevos bríos. Vestido de juventud cubiertos con hoods y con el símbolo de la hoz y el martillo. ¿Quién dirige a esta banda? ¿Moscú? ¿Pekín? ¿La Habana? ¿Caracas?

Ruego no me hablen más de los demócratas socialistas y de la izquierda extrema del Partido Demócrata norteamericano que son una tropa de imbéciles. Tan anormales como lo era Carter.

¿De dónde salen esta gente que se han manifestado en Europa y América del Sur con códigos tan similares? ¿Quién organiza, financia e instrumenta este movimiento a nivel intercontinental?

No puedo imaginarme dónde está este Komintern millennial, pero el objetivo es el mismo de la etapa stalinista: provocar en los estados capitalistas guerras civiles y conflictos de carácter sectarista y nacionalista.

Acaban de darle un golpe cibernético a una de las principales compañías de telecomunicaciones de Estados Unidos. Cientos de miles de clientes se han quedado sin comunicación. Las pérdidas suman decenas de millones de dólares. El FBI investiga las causas. ¿Cómo explicar esta secuela antecedida por virus y campaña antipolicial en los medios que favorece la progresión de una tendencia comunistoide?

Se habla de la Antifa. Pero yo diría que esa es la herramienta, no el origen. No confundamos la mierda con el culo. Lo más alarmante es que esta Internacional Comunista no ha sido identificada ni ubicada en origen, logística y soporte. Ni siquiera creo que los centros de inteligencia de Estados Unidos la hayan ubicado. Pero el que existe es un hecho.

Desde las revueltas irrefrenables en Chile que hicieron tanto daño a la estructura civil ya daba que pensar.

Que no me vengan que es una crisis infranqueable del capitalismo porque los que vivimos en dicho régimen sabemos categóricamente que no es así.

¿Dónde está el enemigo?

Arriba, invito a historiadores como Enrique del Risco, Ramón Fernández Larrea, Carlos Aguilera, Rafael Rojas… a que hurguen, husmeen, escarben en los humedales del gato, en toda la mierda roja acumulada por la historia y reflexionen e identifiquen dónde está el punto cero de estos enemigos de la democracia.

Yo me siento incapaz, senil, esclerótico o quizás acostumbrado a las estrategias de los manuales leninistas, pero tengo la delgada intuición que con esas mismas tácticas aparentemente anacrónicas hay segmentos de la generación del siglo XXI que viven ilusionados con las prácticas totalitarias y se sienten cumpliendo con una misión.

Pregunta, y ninguna más sencilla y escrutable. ¿Quiénes son los hijo de putas jefes? ¿Quiénes?

Monday, June 8, 2020

Juguete Habana


Jesús Rosado

El poeta e historiador Ramón Fernández Larrea me ha cedido gentilmente el acceso a esta imagen que laboriosamente rescató. Una fotografía que me remite a los años enanos de mis memorias. Yo chamaco con nueve o diez años. Consulado entre Trocadero y Ánimas. Ese es mi barrio.

Yo vivía en Industria 117, apenas a 250 metros del tramo. Hotel Lido, un oasis arquitectónico en una Centro Habana consumida por el desgaste. A lo largo de Consulado desde Neptuno hasta Prado 
se fueron levantando estos edificios cincuenteros. La Habana se rejuvenecía a su manera sin perturbar su trama esencial. En el Hotel Lido, aposento confortable y económico, si mi memoria no me falla se hospedaban, sobre todo, pilotos y aeromozas.

Justo antes de llegar a su puerta había una barbería. Una o dos entradas después, en la misma acera, estaban los cines jimaguas Majestic y Verdún. Son los cines de mi infancia y de mi adolescencia precoz. En uno de los dos, no recuerdo cual, me deslicé clandestinamente con fecha anticipada al primer filme que asistí apto para mayores de edad: Il sorpasso (La sorpresa) , dirigida por Dino Risi, protagonizada por Vittorio Gassman, Jean-Louis Trintignant y Catherine Spaak. Recuerdo que fuimos juntos mi primer gran amigo y yo: Joaquín Pelayo. Inflamos pecho, nos erguimos sobre la talla y logramos pasar.

Joaquín era hijo de Ricardo Pelayo. Familia mulata. Ricardo tenía un taller de reparación de radios en Industria 113. Melania, la hermana de Joaquín es una de las mulatas más bellas que he conocido en mi vida. Emigraron a finales de los sesenta hacia Estados Unidos, pero Joaquín se tuvo que quedar por la edad del servicio militar. Caricaturista por vocación tenía excelentes dotes para el dibujo y para la concepción de historietas. Todos le augurábamos un gran futuro en Estados Unidos. Pero cuando logó salir, apenas duró tres o cuatro años más. Se suicidó en un manicomio en Los Angeles.

Frente por frente al Lido estaba la pizzería Piccola Italia. Absorbida por el entramado centrohabanero, no era un sitio capitalino reconocido, sin embargo, era una de la mejores pizzerías gourmet que he conocido. Emplazamiento pequeño, si acaso diez mesas en planta y unas cinco en el mezzanine, la Piccola Italia brindaba una gastronomía y un servicio de primera clase. Recuerdos sus mesas cubiertas de blanquísimos manteles y las jarras sudando el agua fría. Mi difunta hermana siempre pedía canelones y yo, las lasagnas. Mi madre (mi padre ya estaba muy enfermo para esa época) ordenaba de complemento la pizza napolitana que se servía con ese olor a queso requemado que los cubanos identificamos como de buen gusto sobre la depurada  masa italiana con sus bordes sobretostados y crujientes.

A la Piccola Italia, puertas más allá, le seguía una juguera que entre sus principales ofertas alardeaba del guarapo fresco. Y llegando a Trocadero en la misma acera este nos encontrábamos con El Faro, una enorme ferretería super surtida que hacía esquina.

En la acera oeste, es decir enfrente, después de los cines. había una fotografía y taller de enmarcado llamado Picasso.

Situada en Consulado y Trocadero, si torcíamos a la izquierda nos encontrábamos en la acera norte a medianías del bloque, a La Bella Napoli, otra pizzería, ésta no gourmet, pero de precios muy económicos que tenían alta demanda en el barrio. Dos puertas después estaba la casa de Lezama Lima. Y justo frente por frente a la casa del escritor, solíamos jugar al taco.

Más de una vez lo vimos como nos observaba jugando. Había mucho cuerpo apolíneo involucrado en el juego y de todas las razas. Motivos había para que el ilustre se mantuviera mirando a través de la puerta entrecerrrada.

En la esquina norte de Trocadero e Industria que era la otra calle paralela que seguía a Consulado, habían intervenido una cafetería que le habían entregado a la familia de un oficial oriental del Ejército Rebelde para que la hiciera su vivienda. Ese es el primer testimonio que tengo de palestinaje en La Habana. En la vivienda reinventada vivían como catorce. Recuerdo que al chico del matrimonio, coétaneo con nosotros, lo llamábamos Muchi (apócope de Muchos) y lo sentábamos en la esquina noroeste de Industria y Trocadero a que vigilara a que la ruta 58 llegara a la esquina para enfilar por Trocadero hacia el oeste.

Muchi, puntualmente nos avisaba con un silbido. Entonces, los equipos del taco abandonábamos momentáneamente los utensilios de juego y nos enganchábamos a todos los salientes y al bumper trasero de la General Motors que doblaba en Industria con rumbo a Trocadero hacia el Vedado. Y antes de llegar a la calle Crespo había que soltar la guagua corriendo porque el chofer paraba y bajaba o con una fusta, un extinguidor o cualquier otro castigador en mano. Era la gran estampida, que incluía revolcones en el asfalto de los asaltantes y el destriparse de la risa.

En esa aventura, carrera de huida en medio, la adrenalina nos inflamaba de felicidad. Porque la vida entonces, en aquellos primeros años antes de la adultez del terror, se limitaba a eso. A disfrutar de la gran ciudad como si fuera un juguete entre manos adolescentes. Inocentes de la prolongada orfandad existencial que nos deparaba el destino político.

Tuesday, May 12, 2020

Jorge Carballé in memoriam


Jesús Rosado

La muerte, para algunos, es un simple tránsito a otro estatus de vida. Hay de por medio toda una serie de supuestos requisitos y discernimientos éticos y teológicos. Para otros, es el sueño definitivo, el no despertarse más, la absoluta oscuridad consciente. Se acabaron los sufrimientos, el padecer, las incertidumbres. Es eso que llamamos comúnmente “el descanso eterno”. La paz multiplicada infinitamente.

Pero el real problema de la muerte radica en la huella que deja el que parte entre los vivos. Mientras más bien hizo o más se necesita su vigencia, más abarcador y lacerante es el impacto de su ausencia física.

Acaba de irse, repentinamente, Jorge Carballé. Graduado de la Escuela de San Alejandro, quien se dedicara dichosamente a la restauración de obras de arte. Desde que éramos colegas en el Museo Nacional de Bellas Artes, lo admiré no solo por sus talentos, laboriosidad y eficacia profesional, sino por su nobleza, su modestia y su alergia a los alambiques frívolos del medio.

Una de sus mejores amigas, la pintora y restauradora Cándida Rodríguez se derrama así en su muro de Facebook:

 El gremio de los restauradores de arte y específicamente los especializados en pintura de caballete, están de luto. Ha fallecido Jorge Carballé. Y es uno de los momentos en que le digo al Padre, a la vida, a mí misma, es injusto! Un hombre joven, bueno, padre que no ha terminado de guiar, trabajador. Me ha impactado, me ha conmovido. Lo comparto para cooperar en que todos los que lo conocimos le podamos dedicar los pensamientos bonitos que inspiraba.


Foto cedida por Cándida Rodríguez
Jorge Carballé fue de los precursores en la estampida de profesionales del Museo Nacional de Bellas Artes en la década de los 90, tras el derrumbe del muro de Berlín. Recuerdo que los especialistas viajaban a México por cualquier misión profesional y “desaparecían”. Entre esos estuve yo. Era una aventura peligrosa porque para entonces el centro de operaciones de la inteligencia cubana para América Latina radicaba en Ciudad México.

Dos semanas después de que Jorge Carballé se esfumara, no recuerdo si en 1991 o 1992, escuché su entrevista por Radio Martí. En palabras diáfanas y sin rebuscamientos, lo cual era el principal rasgo de su carácter, denunciaba el saqueo patrimonial en Cuba, desnudaba las censuras al arte y aludía a los males generales que aquejaban a la sociedad bajo el castrismo. Sus comentarios en aquel momento me conmocionaron. Se hicieron versículo. Por ese trecho habría yo de andar.


Foto cortesía de Ismael Gómez-Peralta

Carballé fue miembro del grupo de especialistas del patrimonio cultural formados bajo el castrismo que iniciamos las denuncias ante medios de comunicación del exilo y del gobierno norteamericano sobre el robo sistemático al que estaba sometido la riqueza patrimonial de la isla y de toda la corrupción de la burocracia periférica vinculada a la misma. Su voz se sumó a la del historiador, museólogo y arqueólogo Antonio Ramos Zúñiga, a la del arquitecto y profesor Rafael Fornés, a la de Rolando Paciel, arquitecto y museógrafo, a la de Rafael López Ramos, especialista de Servicios Educacionales en MNBA, a la del que suscribe, que a través de Radio Martí, la Voz de la Fundación Cubanoamericana, el programa de Agustín Tamargo en Radio Mambí, Diario las Américas, la revista Herencia Cultural Cubana, y medios europeos fuimos denunciando la política de ultraje del régimen castrista al legado de bienes espirituales y tangibles de la nación.

Pero Carballé, además, reencontrados ya en el exilio, se convirtió en uno de mis consultores preferidos a la hora de detectar un “falso” en un proceso de autenticación de obras. Era poseedor de un detector de mentiras en su mirada escudriñadora. Sabía cuándo la capa sobre capa era un simulacro. Desmantelaba las maniobras anticuarias de los falsificadores. Iba al camuflaje del detalle, a lo astutamente adulterado. Te los testificaba con prudencia y discreción. Con tal sentido de modestia y sentimiento de piedad hacia el estafado, que uno no sabía si estábamos en presencia de un restaurador o un sacerdote.

En el plano humano, el pintor Ismael Gómez-Peralta, su entrañable amigo, lo define quizás como mejor debiéramos recordarlo:

…un amigo verdadero, un hombre sencillo, lleno de compasión y tormentos, un gran restaurador, el mejor,,,

En paz descanses, Jorge Carballé. En algún momento nos reencontraremos. Y ten en cuenta, será por tercera vez.

Monday, April 27, 2020

En el fragor de la batalla (updated)

Jesús Rosado

Nunca el planeta se había paralizado de tal manera. Atrincherados en el fecha tras fecha, nos hemos aprendido los más mínimos accidentes de las paredes de nuestro refugio. De haberlo experimentado, Ray Bradbury habría hecho milagros con este enclaustramiento.

Los medios de prensa marcan números, los estadísticos de la OMS marcan números, los burócratas locales marcan números. Algunas regiones muestran trágicos escenarios con los números. Las grandes potencias se desafían con los números. Los misiles en esta confrontación están fabricados a base de bacterias y números. Y la gente se enferma o no se enferma, la gente inexorablemente sana o muere. La gente obedece o no obedece. Y la gente, según la experiencia local, cada vez más desobedece.

No sé otros países comunistas como China, o los europeos como Italia, España y Francia, severamente golpeados por el COVID-19, pero USA no está diseñado para detenerse, e independientemente de las decisiones de las autoridades locales y estatales, es en entre la gente de a pie que se va a tomar la última determinación. Y las autoridades, siguiendo la pauta, irán reabriendo escalonadamente. Habrá contagios, contagiados, recuperados y extinguidos como en todas las epidemias, pero los negocios y espacios públicos van a reabrir, los presupuestos de las grandes compañías se van a reactivar y los ciudadanos van a acudir a recuperar su empleo.

USA está lejos de asumirse como destino distópico.



Pero lo que viene a tema es que en todo este tiempo de confinamiento, esa dispersión de cubanos que circunvala las múltiples orillas se ha convertido en una fábrica imparable de ideas ingeniosas. Los medios y las redes sociales se han convertido en vitrina del trabajo creativo de artistas visuales, músicos, escritores, periodistas, fotorreporteros y del público corriente que ha acudido a las más disímiles maneras de manifestarse para disipar las tensiones. Performances musicales desde balcones, curadurías, literatura, fotografía, cine, memorabilia, chistes, y los emotivos homenajes al personal sanitario que protagoniza la batalla contra la pandemia, a la policía, los bomberos y a los empleados públicos de comercio que están afrontando el riesgo diario de ser contagiados.

                  Fotorreportero Pedro Portal de The Miami Herald cubriendo una asignación en plena cuarentena.

Veamos algunas muestras de ese taller fecundo.

Comienzo con una mujer. Lien Carrazana, escritora, periodista y artista visual, quien forma parte del staff de Diario de Cuba, el conocido periódico digital del exilio cubano publicado desde Madrid. Lien ha ideado la serie Cubanos aislados por el mundo, recopilando los testimonios de cubanos que describen su cuarentena en los más distantes puntos del planeta.

Sigo con otra fémina. Desde Habana adentro, pero también a través de la plataforma de DDC, Marta María Ramírez va entregando al lector páginas de una Bitácora en tiempos de pandemia dedicada a su hija de 18 meses. Una serie caracterizada por la sencillez, la autenticidad y su aura sensible.

Justo en Diario de Cuba, se pueden disfrutar de las columnas de Andrés Reynaldo, dedicadas últimamente al comportamiento de la pandemia en Cuba. Reynaldo, un experimentado periodista que rinde culto al oficio con destreza, sus criterios audaces y la elegancia en el estilo, reflexiona con acertados apuntes la particular interrelación entre dos males letales: epidemia y dictadura.


Medios de prensa como El Nuevo Herald o Diario Las Américas han expuesto a sus corresponsales y fotorreporteros para seguir cubriendo el panorama noticioso local. Los profesionales de la prensa han tenido que trabajar en condiciones que implican maniobrar a través de la autoprotección, la seguridad ciudadana y los riesgos que se asumen al moverse en los sitios de la información a reportar. Ellos nos han mantenido al tanto del panorama pandémico.
                                        The Hot Plate, By Agustin Rolando Rojas. Miami Contemporary Small Format Art Exhibition

Adentrándonos ya en lo que son las redes sociales, se diversifica el ambiente. Pudimos, por ejemplo, disfrutar de todo el proceso de gestión e instalación de la 1st Miami Contemporary Small Format Art Exhibition, un proyecto llevado a cabo por la artista Natasha Perdomo y su esposo el pintor, escritor y crítico Rafael López Ramos, ambos radicados en Miami, consistente en un conjunto de obras selectas de pequeño formato de autores de diversas regiones, curada con un riguroso nivel profesional y portadoras de un amplio rango de planteamientos estéticos, soportes y recursos de expresión.


Desde New York, el pintor y fotógrafo Geandy Pavón, acompañado de su pareja Imara López, recién ha cubierto la meta de cuarenta jornadas con su serie Quarantine, en los que combina poesía, sátira, drama, tragedia, teatro del absurdo, de la crueldad, citas y evocaciones a clásicos de la pintura, el teatro y el cine, y atraviesa aventuradamente los laberintos del debate teológico, la intertextualidad literaria y la elucubración metafísica. Se arriesga con sus imágenes en ángulos inverosímiles del entorno y nos quiebra las comodidades del intelecto o la aceptación de lo convencional con un particularísimo carisma en los procesos de composición fotográfica.


Quarantine: Negative Theology: The Black Sun | photo series of 40 days & 40 nights | 40 | Imara López & Geandy Pavon.

Jorge Ferrer, desde su cabaña cubanizada de Barcelona, nos ha entregado sus deliciosos 40 Días de Coronavirus, publicados en El estornudo, unos textos pensados y escritos con esa habilidad tan particular de Ferrer para hilvanar ideas e imprimirle giros imprevistos hasta hacernos babear de regusto literario y convertirlos en un repertorio repetible para la lectura.

El buen amigo Jorge Mata, reconocido promotor de la cultura vernácula asentada en cualquier parte del mundo, emprendió una serie de entregas de temas y materiales celosamente archivados por él, cuyo rescate y reproducción se convierte en sustancia de estreno para la generación exiliada más reciente que se ha ido incorporando a las redes sociales.

Alejandro Ríos, desde su muro, se ha mantenido siendo en este periodo el acostumbrado comentarista del cine cubano realizado más recientemente, sobre todo del género documental, a través de su espacio La pantalla indiscreta, deleitándonos con sus sesiones entretenidas e instructivas que son conducidas con ese tan peculiar tono ameno, sobrio e inteligible para el público más amplio.

Ramón Fernández-Larrea ha hecho de su Memoria de La Habana, un programa de radio ya habitual para los amantes de la música, la historia y los nostálgicos, donde no solo repasa, sino que redescubre, con enjundia, humor y agudeza, los paisajes, personajes y acontecer de esa Habana que, aferrada al borde del precipicio nos resistimos a perder.

Hypermedia, el importante recurso editorial que se ha conquistado permanencia indiscutible en el panorama cultural de la diáspora, acaba de presentar, el estremecedor testimonio de una paciente del COVID-19, diario con coronavirus, de la actriz y escritora cubanoamericana Rosie Inguanzo, quien se ha enfrentado durante cuatro semanas al hostigamiento de este enemigo invisible emboscado en los sitios más insospechados. La narración de su pugna por la supervivencia revela que estamos ante un invasor persistentemente agresivo que no se puede subestimar con enfoques deterministas, especulativos o triunfalistas. Es un desafío kármico a nivel global que entraña riesgo, jadeo existencial y la imposición de la cautela. Estamos ante un microscópico bicharraco que nos puede tocar a puerta sorpresivamente. 

Joaquín Estrada-Montalván ha hecho más frecuentes en esta etapa sus publicaciones sobre historia local camagüeyana, ballet, música, poesía y los más diversos temas desde su blog Gaspar, el Lugareño, sitio obligado para los pertenecientes a la generación exiliar que buscan una reconciliación con su ancestro republicano.

Llegado aquí, se me quedan tantas opciones fuera...! Los dibujos de Sergio Lastres, el empeño aglutinador y difusor de Carlos A. Aguilera con su proyecto inCUBAdora, las descargas de los músicos cubanos desde casa, la galería de caricaturas de Omar Santana, la colección de portadas de libros que colecciona Jorge Pantoja cuyos diseños son influencias visuales determinantes en toda una generación habanera que mayoritariamente vive en el exilio...

Remato este ya dilatado post
con las citas líricas de la escritora María Eugenia Caseiro, cuyas sensibles entregas diarias en su muro de Facebook son compartidas sobre el teclado. Algunas de ellas, provocan la inevitable precipitación en el lagrimal cuando el imaginario delicado de la autora se implica en el laberíntico drama de la vida. Refresco, de su más recientes inspiraciones, estos versos:

"Los trenes pasan
a ambos lados de Dios
sin arruinar la muerte
que lima cada paso."

"Los trenes pasan a ambos lados de Dios". Una reflexión que se aposenta entre el pecho y las sienes hasta que el viaje, en esta desafiante jornada, arribe a la última estación.

Es madrugada alta, y allá fuera anda con nubes. Es hora de reposar.

Wednesday, April 22, 2020

Cubanareum se estrena

Jesús Rosado

Así, difuso, blurred como el logotipo concebido por el artista Eduardo Sarmiento,  se desliza tardíamente en la blogosfera, cuando ya el recurso es casi expresión prehistórica, este espacio que lejos está de ser pretencioso como alguna vez pudo haber sido su propósito como herramienta investigativa.

Cubanareum se concibió hace diez años atrás. Aspiraba a cubrir ese horror vacui que experimentaba, y aún experimenta con signo plus, la historiografía de la diáspora cubana ante seis décadas de historia cultural carentes de un proyecto de sistematización del conocimiento.

Dos conversaciones, en dos distantes citas entre plazos en esos años, con el recién fallecido Ricardo Viera, reconocido museólogo, investigador y artista cubanoamericano, a más de ser un prójimo excepcional, me habían convencido de que la urgencia que exigía el rescate de ese agujero blanco solo podía resolverse en una plataforma digital y apelar a las ventajas del mundo virtual. Ahí estaba la solución. Claro, exigía de una inversión porque había que montar el website y se necesitaba personal para introducir la data. 

Se pensaba comenzar con las artes visuales, para luego expandirlo a otras manifestaciones artísticas. En ese entonces yo había elaborado un registro de más de quinientos artistas plásticos en el exilio.

Cuando se inauguró el Museo Americano de la Diáspora Cubana, en noviembre de 2016, no cabía en júbilo. Sentí cerca la posibilidad de llevar a la realidad el proyecto. Parte del dinero asignado al Museo se podría destinar a la logística informática y con la colaboración de internships emprender el proyecto. 

La sustancia para los historiadores es la data. Menospreciar el papel de la recolección, documentación, compilación como sustancia para la maniobra del investigador es desconocer los principios de la metodología de la investigación en las ciencias sociales.

Y esa ignorancia fue la que desdichadamente predominó. Era preferible hacer un disparatado contrato con una compañía de marketing ascendente a decenas de miles de dólares mensuales que dotar al Museo de una base investigativa. Era preferible despilfarrar el dinero en openings suntuosos que resguardarlo para cumplir con la misión científica de un museo.

Y Cubanareum, entonces, hizo su ascenso al cadalso.

Hoy, más que una dolorosa frustración, es una hermosa ofrenda potencial a mis 63 años. El proyecto, en su primera etapa, aspiraba a involucrar a investigadores, críticos, curadores de todas las latitudes de la diáspora: Iván de la Nuez, Omar Pascual-Castillo, Suset Sánchez, William Navarrete, Dennys Matos, Willy Castellanos-Adriana Herrera, Janet Batet, Carlos A. Aguilera, Rafael López Ramos, Alfredo Triff, Iris Leyva-Pérez, Aldo Menéndez, Inverna Lockpez, Coco Fusco, Elvis Fuentes, Olga Viso, Alejandro Anreus, Leandro Soto, los difuntos Ricardo Viera y Carlos M. Luis, etc. Se trataba de configurar un sistema cruzado que permitiría clasificar el banco de datos por género, raza, generaciones, época, temas, ubicaciones geográficas, estilos, tendencias...susceptible a las más disímiles consultas.

Gracias a Dios que he leído en declaraciones recientes de la actual directora de Cuban Heritage Collection de la Universidad de Miami, Elizabeth Cerejido,  que se encargará de poner especial énfasis en el estudio de las artes visuales en el exilio. Ello posiblemente involucre la correspondiente digitalización.

Pero todo lo que viene después en otras manifestaciones quedará pendiente.

Ahora Cubanareum aspira a ser solo un un blog. No, no va a ser un sitio de textos especializados, dilectos amigos. Nada de densidades, metatrancas y globos intelectualoides. Nada de debates interminables, y polémicas sofisticadas. Es un blog personal sencillo, campechano, casi guajiro, con comentarios y apuntes a la cultura cubana en el exilio. Y digo cultura como experiencia en su acepción más abarcadora. Habrá concepto, texto diáfano y choteo. Se tendrá la ventaja de hablar de museología y de dominó simultáneamente. Va a ser, ante lo inalcanzable, un globo multicolor con pitos y matracas.

Si algún colaborador quiere enviar algo estoy abierto a ello. Y, por supuesto, como es personal, estará salpicado de breaks y escapes, es decir descargas a deshoras para soliviantar el ánimo. Cuando eso pase, coño, vacilen.
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Nota aclaratoria: Para los que me han preguntado. Nada en particular ha sucedido con Tumiami. Simplemente el blog de Alfredo y Rosie contiene compromisos planificados y estrategias con respecto al hackeo que no siempre me permiten publicar a mi antojo. El proyecto de mi blog se venía horneando desde hace algunos meses para resolver esos destiempos y era apoyado por Triff. A Tumiamiblog le agradezco la oportunidad de haber sido fiel colaborador y de permitir foguearme y adquirir experiencia. Gratitud eterna para Alfredo y Rosie.

Monday, April 20, 2020

123 probando


Ahí vamos, probando... Con esa mirada recién amanecida que me devuelve la calma y la esperanza entre tanta incertidumbre y emboscadas del enemigo intangible. Te amo, mi criatura habanera. Cuídate. Pronto habrá blog.