Tuesday, October 27, 2020

Axioma contra delatores

Jesús Rosado 



La madrugada se quiebra en este enero del 59. El sueño intermitente que acompaña a la madre temprana se interrumpe ante el estruendo inesperado.

- Rafael, Rafael...

- Jum...

- Rafael..

- Qué pasa?

- Algo pasa allá al lado, escucha...

Rafael abre los ojos y escucha. Le llegan los ruidos de intentos de puerta forzada.

Se incorpora. Escucha más atentamente. Sí, evidentemente hay algo que está pasando an alguna zona de la propiedad de al lado que está vacía.

Se acerca al archivo de la oficina, toma la llave del buró, la introduce, abre y saca el revólver. Comprueba que está cargado y desliza el Colt en el bolsillo lateral derecho del camisón del piyama. Se dirige a la puerta principal, la abre y revisa el portal de la vivienda contigua. Todo está normal.

Retorna al interior de la casa y se dirige al patio. Acacia lo sigue con un bate y un cuchiillo en la mano.

Rafael franquea la rejilla de madera que divide el patio de concreto con la yarda de tierra.

Los ruidos provienen del fondo de la casa vacía. No hay comunicación directa entre patios.. Rafael se desplaza silenciosamente  hasta el fondo de los patios donde hay pasillos de intercomunicación del servicio de basura. Tras él, sin percatarse, lo sigue Acacia, cuchillo y bate en mano. 

Rafael irrumpe en el patio contiguo.

- ¿Qué coño haces aquí?

El intruso, sorprendido, lo mira. Lo divisa revólver en mano.

- Tienes una pistola, tírala al suelo [le exige Rafael] porque te te tiro sin miseriicordia.

- No, no, Felongo, tranquilo. 

Y el intruso hace caer la pistola en el suelo.

- ¿Felongo?, Pregunta Rafael, mientras recoge la pistola.

- Sí es que somos parientes de P, tu prima.

- ¿Ella los mandó aquí?

- Sí, venimos huyendo de Camagüey. Hay mucho fusilamiento. Yo soy casquito. Ella nos dijo de esta casa y lo que podía pasar contigo.

- Eso de casquito es invento de los comunistas. ¿Qué grado tenías en el ejército?

- Soldado raso

- ¿Mataste a alguien?

- No

- ¿Torturaste?

- No, Felongo, no. Te lo juro.

-Jum

- Si hiciste algo, hago de tu campamento un polvorín

- No hice nada, pero es que Hubert Matos se ha extremado. Fusila sin consideración. Por favor, clemencia. Permíteme, al menos, pasar la noche aquí. Tengo a mi mujer embarazada.

Rafael se vira hacia Acacia:

- Traéle un galón de agua a esta gente y algo de comida.

Y dirigiéndose a los intrusos:

- Se pueden quedar ahí, si quieren. Pero a la más mínima palabra contra nosotros no habrá contemplaciones. Nosotros no hemos visto nada. No sabemos que existen. Ok?

- Sí, sí tranquilos.

Epílogo:

La  familia sorprendida por Rafael en 1959 viviría durante 35 años más en el lugar hasta que decidió emigrar. Su descendencia actualmente reside en Tampa.



No comments:

Post a Comment